Entre las bodegas soterradas, destaca la Bodega El Fabulista, situada bajo el Palacio de los Samaniego, hoy oficina de turismo, y lugar dónde Félix María Samaniego, se inspiró para escribir sus obra literarias. La bodega, acondicionada para visitas turísticas y culturales, elabora artesanalmente sus caldos para deleite de sus visitantes.
La planta baja de la bodega cuenta con 2 lagares en los que se producen anualmente 2.000 cántaras (32.000 litros) de vino, de forma artesanal, pisando la uva a la antigua usanza. Así mismo tenemos la oportunidad de ver una despalilladora y una prensa de 1903. A siete metros de profundidad nos encontramos con tres calados paralelos, unidos entre sí por otros perpendiculares. Uno de ellos es de elaboración, el otro de crianza y el tercero está preparado para la degustación y cata de vinos, tanto blancos como tintos, jóvenes y crianzas.