Procedente de parcelas de Tempranillo a una altitud de más de 400 metros, viñedos poco productivos, de racimos pequeños, sueltos, con la proporción óptima entre el hollejo y la pulpa.
Maceración del vino con los hollejos, buscando una mayor complejidad aromática y cromática. Para el envejecimiento se utilizaron barricas de roble, en las que el vino tuvo una breve estancia.